martes, 7 de mayo de 2013

DEJAR DE FUMAR


       Fumar es un concepto mucho más enrevesado de lo que parece. Detrás de esa acción no sólo hay una consecuencia médica, sino que también tiene efectos sociales. Es esta complejidad que rodea al tabaco lo que hace que la persona dependa del cigarrillo, en vez de viceversa.
      
       Ignacio, el seguir fumando no tiene sentido. Aunque intentes hallar alguna razón para seguir, nunca la vas a encontrar. En cambio, abundan los motivos para dejarlo.
     
        Ante todo, hay que tener en cuenta lo perjudicial que es  fumar para la salud. Aunque nos parezca mentira, está comprobado que fumar varios cigarrillos al día daña más el organismo que consumir mariguana regularmente. Visto así, ¿a que no resulta tan tranquilizante?
   
         Además, fumar no sólo perjudica a tu salud, también a la de quien te rodea. Es decir, la de tu hijo, la de tu madre, la mía…
    
        En segundo lugar, cabe destacar la poca aceptación que tiene el tabaco en la sociedad del siglo XXI. Cuando empezaste a fumar hace treinta años, recuerdo que lo hiciste para poder socializar mejor, es decir, ser el  ´´guay del grupo´´. Puesto que ahora fumar no está tan bien visto (sino todo lo contrario) ¿qué sentido tiene seguir?

      No contento con eso, el tabaco también nos machaca el aspecto. De hecho, está comprobado que amarillenta los dientes y afecta al aliento. También daña la piel y hace que se envejezca más rápido. A ti, con lo presumido que eres, no creo que te haga mucha gracia esta virtud del cigarrillo...
   
       Finalmente, me gustaría concluir recordándote que al dejar de fumar tus ingresos en el banco no desaparecerían tan rápidamente (el fumador medio gasta setenta euros de tabaco al mes).
  
       ¿A que ha sido fácil encontrar motivos para dejar de fumar? Una vez dicho esto, la decisión es sólo tuya, aunque, visto lo visto, parece la decisión más fácil del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario