miércoles, 16 de mayo de 2012

 El primer día             

Fue mi primer día.
Mi primer día en una ciudad en la que todo el mundo le gustaría estar. En un lugar donde mis suenhos se podría hacer realidad. Estaba en la ciudad de las luces. En París.

Eran las 9:00 de la mañana, y ya había llegado al aeropuerto ‘Charles de Gaulle’ En Francia. Estaba cogiendo la maleta tras salir del avión y de repente ví a un hombre que pasaba por delante mío iba increiblemente bien vestido y parecía joven. Tenía un pelo marrón corto, reluciente, y unos ojos verdes, ‘que quitaban el hipo’.           Me quede mirándole hipnotizadamente, cuando en cuestión de segundos me miró y echo una sonrisa picara. En ese momento supe que ibamos a volver a vernos.

Eran las 9:30 y estaba montándome en un taxi, hacia mi hotel.

Al llegar al hotel a las 10:15, decidí organizar mi ropa para que no se arrugase demasiado en la maleta. Tan pronto acabé sobre las 10:45 fui a dar una vuelta por esta ciudad, para ver los monumentos más conocidos como por ejemplo la Torre Eiffel. Llevaba un pequeño bolso, con un teléfono móvil y un diccionario de castellano a francés.

Ver la Torre Eiffel por primera vez, será  algo que yo nunca olvidaré. Me había imaginado algo muchos más pequenho. Pero la torre era gigantesca.
Me gustaba pensar que yo estaba allí, justo en el momento que la estaban construyendo hace miles de años.

Miré hacia el lado derecho, y ví como a un senhor se le caía la cartera. Fui a cogerla y fui corriendo para darsela. Le di un ligero toque en la espalda, se dió la vuelta y no me lo podia creer. Era el chico tan guapo que había visto esta manhana. Malamente le dije en francés que se le había caído la cartera y que yo se la cogido para trersela. El debió dares cuenta que yo era española y rapidamente me contestó en castellano. Me alegré mucho de que suoiese hablar en castellano porque no era capaz de buscar palabras en el diccionario mientras mantenía una conversación.


No sabía cómo agradecérmelo. Me dijo que tenía papelitos con numeros muy importantes en la cartera. Hasta que llegó a la conclusion de invitarme a tomar algo a un bar al día siguiente y así poder seguir hablando. y yo sin pensarlo acepté, quedamos en un bar al lado de la Torre Eiffel. Lucas(que así se llamaba) tenía prisa nos despedimos .
No me lo podía creer, había quedado con el chico que ví aquella mañana. Las cosas iban a cambiar, y solo era el primer día.

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