La ida a Roma para mí fue una experiencia inolvidable, ya que la gente era muy amable con nosotros, hospitalaria y amigable pero no me gusto solo por eso, lo mejor de la ida a Roma fue el primer día ya que conocimos el vaticano algo que yo había soñado visitar desde mi infancia, ya que mi familia es religiosa y me inculcaron la religión desde pequeño pero también por conocer el país más pequeño del mundo. Este día no fue solamente bueno también tuvo sus cosas malas como que íbamos con retraso e íbamos corriendo y nadie estaba preparado para caminar tanto el primer día. Ese día fuimos a los museos vaticanos, a la capilla Sixtina y la basílica de San Pedro, lo que más me gusto fue ver la capilla Sixtina ya que allí están los frescos más famosos del mundo, los frescos de Miguel Ángel, algo bueno fue que antes de entrar nos habían explicado la historia de cada uno de los frescos entonces al verlos los entendimos, nos explicaron que los frescos del hecho se dividen en tres épocas, cuando Miguel Ángel no sabía la técnica del fresco , cuando la domina pero tiene que hacer las pinturas más grandes y cuando ya la tiene perfeccionada; también nos explicaron que las pinturas de las paredes laterales explicaban la vida de Jesús y de Moisés; y por ultimo nos explicaron la pintura de la pared principal que representaba el juicio final. Este viaje es irrepetible.
Por: Jacobo Ocampo V.
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