Estaba sentado en un taburete en el bar, le dí un trago a mi cerveza y una
ojeada al reloj. Llegaban tarde, ya me parecía normal en Celso, que llegaba
siempre tarde, pero de Luís y Julia no me lo esperaba. Eché otra ojeada al
reloj ¡Las cinco y media! ¿Donde estarán los condenados? Le di un segundo trago
a la cerveza y, por el rabillo del ojo vi acercarse a Julia:
-
Hombre Julia, ¿como va todo?¡
-
Muy bien Jules , lo siento, he llegado un
poco tarde, he tenido que salir tarde de la redacción ¡Hoy ha sido un dia de
perros!,
-
No te preocupes mujer, acabo de llegar.
- ¡Ja!, ¡Ja! Mientes muy mal, la cerveza la
llevas ya por la mitad. Por cierto ¿Aún no han llegado Celso y Luís?
Entonces noté unas manos que me agarraban por los hombros, me volví y vi Luis sonriente:
- ¡Dios! ¡Que susto Luis!
-
__Hombre no hay para tanto!
-
Mirad por allí viene Celso.
Celso dejó el abrigo colgado de la percha y se acercó a nosotros:
-
Hombre Celso, te veo bien, ¿Que frio hace
hoy no? -dijo Jules
-
Tampoco tanto, la verdad es que en Galicia
se notaba más el frío, pero claro, a ti no te faltan razones para quejarte del
frío, ¿Eras del Camerún no?
-
Lo era y aún lo soy- respondió Jules
-
Claro que sí, no podemos cambiar nuestro
lugar de origen -dijo Celso
-
Y entonces Jules... ¿Por qué viniste aquí?-le
pregunté.
-
A ver… la principal razón fue el trabajo,
pero, la historia es larga…-respondió Jules.
-
Tenemos todo el tiempo del mundo. - dijo
Luís mientras Julia se pedía una copa.
-
Está bien Luís- Jules se acomodó en una
silla y empezó a relatar su historia:
Bueno… yo salí de mi país Camerún para
seguir con mis estudios, porque aquí en España veía mas oportunidades y
por eso emigré. Aquí en España tenía a mi tío, hermano de mi madre, fallecida de
cáncer. Él me ayudó a buscar universidades para seguir estudiando y tuve suerte
y estudie política, pero cuando acabé no tuve oportunidades para trabajar de polítio y tuve que probar nuevas cosas. Mi tío me metió en su trabajo, que era una
carpintería. Un día fui a una discoteca y conocí a la que es la mujer de mis
sueños, y nos fuimos a vivir juntos. A continuación me echaron de mi trabajo
como carpintero pero rápidamente encontré otro.
Me
casé con mi mujer. Después de tres meses de habernos casado mi mujer estaba
embarazada de un niño que nació el 21 de Abril de 1999. Al cabo de unos años
tuve mi segundo hijo, y vivimos todos juntos en un piso, aquí en Barcelona y
bueno, eso es todo. Y tu Celso, eres de Galicia, ¿No?
-
La verdad sea dicha -respondió Celso-
emigré de Galícia a Barcelona principalmente porque quería ver mundo y conocer
otros sitios. Cuando llegué me detuvieron porque no tenía contrato de trabajo.
Pero, como todo en la vida, le encontré solución, y ahora como bien sabeis,
trabajo aquí, en Barcelona, como carpintero. Vivo en una pensión con 13
compañeros, 11 gallegos, uno de Huesca y uno catalán. A los 18 me fui a Huesca
a hacer el servicio militar. Luego fui a Francia. No me gustó nada así que
volví a Galicia y allí me casé. Después de un año en Galicia volví aquí, a
Barcelona, y estoy pensando que Holanda podría ser mi siguiente destino. Me
gustaría visitar otros sitios como La Rioja. Luis, tu eres de La Rioja, ¿No?
-
Pues si -respondió Luis- ¿Queréis que os
cuente mi historia?- Todos asintieron con la cabeza
-
A ver, ¿Por dónde empiezo?- dijo Luis
-
¡Por el principio siempre!- dijo Julia.
-
Pues, yo, como muy bien has dicho, Celso,
soy de La Rioja, de Logroño concretamente- explicó Luis- Nací allí y vivía en
un piso con mi madre, mi padre y mis dos hermanos. Yo era el mediano. Estuve
estudiando allí para poder llegar a ser juez, que es lo que me gustaba en ese
momento, y me sigue apasionando hasta hoy en día. Me ofrecieron un trabajo en
Barcelona y decidí irme a trabajar allí, aunque no sabía catalán y tenía que
dejar a mi familia. En Barcelona todo me fue muy bien, y formé una nueva familia.
Así que ahora estoy en Barcelona, pero en un futuro me gustaría volver a La
Rioja. Ya que estamos todos contando nuestra historia, Julia, ¿De donde eres?-
preguntó Luis.
-
Bueno -respondió Julia- pues yo soy de
Cogollos, un pueblecito muy cerca de Burgos, a unas 2 horas de Madrid más o
menos. Aun me acuerdo del día que, con mi hermano Toñin, lo dejamos todo, la casa,
familiares, muebles, todo allí, y cogimos el autobús que nos llevaba a Burgos.
De allí cogimos el tren a las 9 de la mañana que nos llevaría a nuestro
destino, Calella de Mar, en Catalunya. En Calella ya estaban mis otros 4
hermanos: Félix, Ángel, Pedro y Manolo, que trabajaban en una fábrica textil de
la zona, en la misma que empecé yo a trabajar. Al principio me parecía
entretenido, pero en pocas semanas me cansé de coser y coser, así que me busqué
otro trabajo también por la zona, y cómo en esos tiempos las ofertas de trabajo
eran tan abundantes, no me costó encontrar otro, de dependienta en una agencia
de viajes. Ese trabajo me gustó mucho, ya que empecé en verano y entonces había
mucha gente que viajaba. A finales del año, la cola de gente que quería viajar
era cada día más pequeña, hasta que ya nadie quería viajar hasta las siguientes
vacaciones de verano. Entonces, tantas horas sentada en una silla sin atender a
nadie, se me hizo tan pesado que decidí volver a buscar trabajo. Dos días
después de mandar curriculums a casi todo el mundo me llegó una oferta para escribir
en un diario de Barcelona, y sin pensarlo dos veces, vine y hasta el día de hoy,
que sigo trabajando aquí. Y nada, que
estoy muy contenta de haber llegado hasta aquí, ya que en el pueblo solo
hubiese tenido el trabajo duro del campo y sin sueldo fijo.
- ¿Que historias mas variadas y diferentes,
no creéis?- dijo Celso
-
La verdad es que sí, cada uno con su pasado
especial, todos con distintas raíces y ¡Aun así encajamos muy bien!- dijo Luís.
-
Me tendría que ir chicos, que tengo que
acabar varias cosas de trabajo y entre historia e historia se nos a ido el
tiempo volando-dijo Julia levantándose de la mesa
Se fueron yendo a casa uno a uno y el ultimo que quedo fue Jules, sentado
en el taburete del bar, con el vaso de cerveza vació en la mano, pensando en la
suerte que había tenido de conocer distintas culturas, gente diferente, muchas
lenguas variadas y diferentes maneras de afrontar la vida.
Aitana Martínez, Pau Orive, Iu Pereira y Aleix Mboule