Un 9N internacional.
José María es un hombre alto, con un cuerpo estilizado
y con una mentalidad muy clara. Tiene
los ojos azules. Había vuelto de Luisiana con el único propósito de mostrar su
desacuerdo con el proceso catalán por la independencia. Si es bien también
estaba en desacuerdo con el panorama político español, pues se puede decir que
no era un amante de la política. No obstante, era consciente de la importancia
del asunto, que era suficiente para
traerlo de nuevo a su ciudad de origen, Barcelona.
A Joaquín Ros, le importaba el futuro político de
Cataluña, sobre todo porque tenía familia allí. Si es bien, quería un futuro
mejor para sus parientes, no quería distanciarse de ellos. Joaquín es un hombre
con el pelo negro, alto con ojos marrones.
Tiene 51 años. Así pues, cogió un avión desde Cartagena a Barcelona, para
coger el coche que lo llevaría hasta el punto de participación.
Rhys
mide aproximadamente 1’90 metros, es muy delgado, y tiene la piel clara y el
pelo castaño oscuro tirando hacia negro. Es un chico muy inteligente, ya que se
ha sacado dos carreras, y le ha sido muy fácil encontrar trabajo. Él no tenía
claro la hipotética independencia de Cataluña, ya que solo llevaba dos años
viviendo en el país, después de vivir toda su vida en Inglaterra. Al llevar el
tiempo suficiente para ser voluntario, decidió que era la manera más sensata de
ayudar con el proceso.
Seydou
es bajito y alegre. No era un día cualquiera para él. Era el 9 de
Noviembre y razón de sobra para manifestar su nacionalidad recientemente
catalana. Provenía del Camerún, de la parte pobre, siempre decía él, aunque
todo el Camerún lo fuera. Salió a la calle, a su colegio más cercano para
depositar su voto. Él tenía claro que la independencia era la solución.
Y los cuatro, con
cuatro ideologías diferentes, se encontraron por casualidad en el mismo punto
de participación.
Aquel era un día
especial para ellos y para todos los que los rodeaban. Independientemente de lo
que fuesen a votar toda esa gente, estaban felices. Estaban haciendo historia.
Y es por eso que más de uno llevaba su cámara para registrar el momento. Y era
tanta la euforia de algunos votantes e incluso de algunos voluntarios, que
alguno de nuestros personajes se emocionó.
Pero aquella gente que
estaba votando, solo iba a representar una minoría de entre la población
catalana. ¿Y qué pasaba con el resto de población? Aquella mayoría se puede
dividir en tres grupos: aquellos a los cuales no les importaba, sea por
ignorancia o por indiferencia; aquellos que no apoyan al consulta y los que no
solo no apoyan la consulta sino que quieren acabar con ella. Aquel último grupo
podía resultar peligroso. Y por mala suerte, se iban a topar con un grupo de
gente como esa.
Fue justo cuando
Seydou, el que iba en cabeza de entre los cuatro, se disponía a acercar su
documento nacional de identidad a Rhys, quien custodiaba la mesa electoral, que
entraron. Eran tres jóvenes, de unos veinte años que se acercaban a la mesa
apartando la gente de la cola. Eran personas con un físico imponente, así que
nadie mostraba demasiado explícitamente su desacuerdo con ese grupo de
radicales.
Y es por eso, que en
su camino hacia la urna se impuso Seydou, que no llevaba un buen rato a la cola
para que unos fachas vinieran a tumbar a la urna.
-¿Cómo os atrevéis a
impedir que el pueblo manifieste su opinión?- Dijo Seydou, causando mofas entre
el grupo de radicales.
-¡Aparta trozo de
escoria! No queremos liarnos a puñetazos.- Dijo uno de los radicales, aparentemente
el líder, ya que llevaba un bandera española con el escudo constitucional como
a capa, dando una imagen de Superman-villano decadente.
-No te metas un
demócrata más.-Añadió Joaquín, involucrándose en la pelea- Te estas metiendo con
dos millones de catalanes.
Entonces los radicales
hicieron un intento de empujón para marcar terreno, el cual alertó a José María
y a Rhys, Que sin estar demasiado de acuerdo con ninguna de las causas pero se
añadieron para calmar la situación. Fue en entonces cuando la cosa parecía
ponerse más tensa.
-Apartad por vuestro
bien.- Advirtió uno de los radicales al ver que empezaban a perder el control
sobre la situación. Al ver la negativa de nuestros cuatro protagonistas,
decidieron embestir contra ellos. Y lo hicieron.
Fue entonces, cuando
detrás de los radicales, aparecieron una pareja de policías, alertados de la
situación por una mujer, que quiso ayudar a la causa anónimamente. Aquellos se
acercaron alarmados hacia los radicales, los cuales, al verlos, se entregaron
sin ofrecer demasiada resistencia. Los radicales fueron retenidos en la calle,
mientras esperaban el coche de la guardia urbana, que llegaría pocos minutos
después.
Mientras tanto,
nuestros protagonistas pudieron expresar sus opiniones tan adversas sin ningún otro
impedimento. Seydou votó sí sí, para activar la economía de su restaurante;
Joaquín votó si no para no alejarse
demasiado de su familia; José María se decantó por el no, por su poca confianza
en Cataluña; y Rhys, al final se decantó por el sí sí por presión popular.
No volvieron a saber
sobre esos radicales, lo cual a más de uno le picó la curiosidad, pero no dejó
de resultar una buena noticia. Todo quedó en una anectoda para contar a la
familia, cuando volvieran a visitarla.
Pau Homs, Marina Ros,
Pol Montagut y Pau Gonzalez.
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