Nunca mires el reloj,
jamás cuentes los minutos.
No muestres tu impaciencia,
y ante todo, no te pongas en evidencia.
Porque ese monstruo exquisito,
que no tiene ni voz,
ni faz aterradora,
te espera.
El hastío, tu amigo invisible,
desea jugar contigo
hacerte la vida imposible,
volverte loco el sentido.
No te rindas,
se valiente.
No te escondas,
hazle frente.
¡Genial! eres una verdadera poetisa.
ResponderEliminar