martes, 27 de noviembre de 2012

UN DÍA ESPECIAL: Alejandro Pérez

UN DÍA ESPECIAL
     Era una de esas mañanas en las que preferirías quedarte en casa porque se te pegaban las sábanas y estabas muy bien en la cama con tu chocolate con churros  al lado, pero de algo tenía que vivir así que decidí levantarme, me vestí y me lavé la cara. Atravesando Harrow Road, todavía dormido, entre tanta gente me fijé en una chica que me llamó la atención: morena, con una melena que llevaba suelta y que le llegaba a la altura de los pechos. Tenía la piel morena, con una sonrisa radiante y unos labios rojos perfectos era un poco más bajita que yo, pero era la chica ideal. Me miró fijamente, pasó a unos pocos metros de mí y me pude fijar en sus ojos: azules oscuros, un color que me encantaba y combinaba a la perfección con su cara y cuerpo, podría decir que me enamoré, el único problema fue que, al girarme, mientras estaba embobado mirando esa belleza de mujer, se le acercó un chico, muy alto, elegante y guapo, que la besó, la cogió de la cintura y se la llevó andando hasta que les perdí, una gran decepción. Eso era lo que me faltaba para que ese día se convirtiera en un asco de día, así que saqué el móvil y seguí andando a paso moderado hacia el colegio, un día que podría haber sido muy bueno se convirtió en la misma rutina.

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