VEINTICINCO
Y llego ese día. Aquella misma mañana me desperté con la luz resplandeciente que entraba por mi ventana, mire el reloj, las 9:30 era pronto para levantarse, pero el cuerpo me lo pedía, no podía esperar más llevaba mucho tiempo sin verle, como estaría, tendría cosas que contarme, no lo sé. Comí rápidamente no podía aguantar más tenía que salir ya de casa. Cogí el metro hasta Oxford Circus, estaba repleto de gente empece a caminar no podía estar más feliz le iba a ver y encima la Navidad estaba por llegar, como se notaba, todas las calles adornadas con luces navideñas y gente vestida de Papa Noël cantando villancicos por la calle. Baje la calle de Regent Street casi corriendo había quedado al final de esa calle, cuando llegue empece a mirar como una loca hacia la izquierda, no le veía, hacia la derecha, tampoco le veía, se habría olvidado de que habíamos quedado. Me quede en el medio de una calle paralizada, no le encontraba, cogí mi Blackberry, tenía un whatsapp, era de el.
-Sara lo siento llegare un poco más tarde, quedamos en el mismo sitio.
Mire el móvil aliviada, iba a venir no me lo podía creer. Pasaron 10 minutos de repente alguien me tapo los ojos, me vino el olor del perfume de Calvin Klein que el solía llevar, me gire y le abrace.
Sara López 4ºB
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